Describir el vino

Buenos Aires, enero de 2020

Normalmente leemos la descripción de un vino hecha en varias formas posibles: técnicas, poéticas, risueñas…, siempre tratando de darnos una idea de como el degustador percibió ese vino.

Todo es muy válido, y al igual que la crítica cinematográfica (que hoy ya casi no existe), debemos seguir a aquellos escribas que más se adapten a nuestras preferencias, que además son variables con el paso del tiempo.

Por ejemplo, en una web de un comunicador leemos la siguiente descripción de un vino.

Malbec 2013 (evito mencionar la marca) 91 puntos.
Agrelo, Luján de Cuyo
$1.950 (Ene 2020)

Sus aromas son tan equilibrados como generosos en frutas rojas. La madera se hace sentir en todo momento aportando texturas sedosas y clasicismo. Con frescura y apoyado en la fruta roja madura típica de Agrelo, con paso delicado, pero no complejo. Buen volumen, con leves dejos vegetales que conviven con la fruta y las notas de crianza. Beber entre 2020 y 2023.

¿Nos podemos dar una idea acabada de cómo será el vino?

¿Cuántos vinos deben tener una descripción similar?

¿Qué sucederá con este vino después del 2023?

La descripción de este mismo vino en la web de la bodega nos dice:

Posee un color violáceo atractivo y brillante, de aroma a frutas rojas como frutillas y guindas, con delicada presencia de flores como violetas y lilas. En boca es un vino suave, redondo y de gran persistencia. Es un vino estructurado y a la vez elegante, lo que refleja las bondades de este terruño.

Como leemos, es algo más completa y sin futurología.

De todas maneras, tenemos que ser bastante entendidos para poder imaginarlo y como en este caso, sin mencionar la marca más aún. Es dable aclarar que si se enuncia el producto o el texto se acompaña con la imagen del vino la información es mucho más significativa.

Nótese que ambas degustaciones no se detallan los gustos básicos, ni los estímulos trigeminales, tampoco duración del postgusto.

Hemos degustado el mismo vino y redactamos la siguiente descripción:

«De color rojo violáceo de muy buena intensidad insinuando los comienzos de evolución, brillante. Sus aromas (técnicamente olores), evocan notas frutales destacándose las ciruelas y cerezas con un leve matiz floral, sobre un fondo dado por la crianza, de muy buena intensidad. Es un vino seco. Su entrada en boca resulta frutal, desarrollando muy buena acidez, con buena estructura, taninos maduros y un postgusto prolongado».

Como vemos aún quedan datos oscuros.

¿Cuán intenso es el aroma de la ciruela y la cereza?¿Y los gustos?¿Cuánto perdura el postgusto prolongado?

Pero ¿debemos describir un vino en una carilla?

En “El gusto del vino” leemos:

“limitarse a cuatro o cinco líneas para presentar un vino es una excelente disciplina de escritura: … En todos los casos sea cual fuere la extensión de los comentarios, el plan seguido será la ficha de cata. El orden cronológico de las sensaciones es una buena guía nemotécnica. En este inventario, antes de emitir el juicio final, se empieza por describir el aspecto y el color, después el olor, y luego el sabor y la persistencia”.

Referencia:
Peynaud, E. (1987). El gusto del vino. Madrid: Mudi-Prensa.
 

Esto nos indica que estamos en el límite de lo legible para una descripción de un vino.

Existen otros métodos para describir un vino basándonos en el perfil sensorial. Será la próxima nota.

2020-03-24T19:47:42+00:00